A las 08:00, hora de Argentina, comenzó la veda electoral en el vecino país sumergido en la incertidumbre sobre quien vencerá el balotaje entre Javier Milei y Sergio Massa. El período de veda se prolongará hasta este domingo en la noche, en el que quedan prohibidos los actos de campaña, la publicidad de partidos o la entrega de papeletas electorales en un radio de 80 metros en torno a los centros de votación.
También estará suspendida la celebración de espectáculos al aire libre o en recintos cerrados, incluidos los deportivos, así como reuniones públicas y la venta de bebidas alcohólicas desde las ocho de la tarde del sábado, doce horas antes de la apertura de las urnas.
Massa, candidato oficialista de Unidad por la Patria, cerró su campaña este jueves con un encuentro cercano con alumnos del Colegio Carlos Pellegrini en la ciudad de Buenos Aires. Lejos de un gran mitin, el candidato peronista se decantó por actos «mano a mano» con diferentes sectores. En este caso habló a los jóvenes, cuyo voto puede ser central en las elecciones de este domingo.
En cambio, una multitud abarrotó este jueves por la noche el centro de la ciudad de Córdoba, en el corazón de Argentina, para alentar por última vez a Milei de La Libertad Avanza. Milei ha llenado estadios en Buenos Aires, convocado a miles en caravanas en el norte y el centro del país, pero nada parecido a lo de este jueves.
Córdoba, paralizada desde la mañana a la espera del candidato ultraderechista, ha acudido en masa a hacerle saber a Milei que no les da miedo la privatización de la salud o la educación, que no interesa si su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, ataca los consensos de la democracia, que no les dan miedo sus candidatos que proponen privatizar ríos y mares o dejar que los padres irresponsables desconozcan a sus hijos.
Sus detractores han esgrimido argumentos de sobra para decir que Milei es un salto al vacío. El ultra les ha respondido desde Córdoba: "¿De qué riesgo me hablan? ¿De qué salto al vacío? ¡Si estamos yendo al infierno!".
Milei eligió cerrar la campaña electoral en Córdoba, donde el arraigado repudio al kirchnerismo puede ser clave para darle la presidencia de Argentina este domingo.