No solo los kilómetros separaron al presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales. En coincidencia con el inicio del congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) ambos líderes partidarios cruzaron alusiones y evidenciaron sus diferencias políticas.
En Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, el jefe del MAS inauguró el congreso con un furibundo discurso, en el que, si bien destacó la trascendencia histórica y hasta internacional de su partido, también aprovechó el foro para apuntar al mandatario de supuestos extremos contra la cita.
"Todos los días (han estado) atacando al congreso: 'por qué en Lauca Ñ'. No es miedo a Evo Morales, es miedo al movimiento indígena", protestó Morales cuando le habló a su audiencia en el coliseo cerrado de Lauca Ñ.
Desde muy temprano de ayer, miles de militantes arribaron a la sede del evento en medio de banderas azul, blanco y negro, música y vítores de "Evo, Evo, Evo".
Un control estricto hubo en el ingreso de los delegados, a los que una guardia civil los requisaba.
El congreso fue abierto por el vicepresidente de la Seis Federaciones y a su vez presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, quien en un corto discurso reivindicó el orgullo de ser masista y los logros de los 14 años de gobierno de Morales.
EVO
En la testera, Morales estuvo acompañado principalmente por el vicepresidente del MAS, Gerardo García; Rodríguez; Ramiro Cucho, jiliri apu mallku del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (Conamaq), y Ponciano Santos, que se atribuye el liderazgo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
Vestido de poncho tarabuqueño, Morales ocupó gran parte de su discurso para cuestionar a la administración de Arce. Fustigó al Ministerio de Gobierno, del que reclamó publicaciones que "dicen que Evo es el rey de la cocaína, ¿qué es eso?". "Hemos identificado enemigos internos y externos".
"Hagan lo que hagan, digan lo que hagan, no me voy a rendir (…). Ojalá Lucho (Arce) y David (Choquehuanca) no vengan a gasificar nuestro congreso; que no manden 'pachajchos' y policías de élite no estén planificando meter bombas por acá", denunció.
En La Paz, en el ampliado de emergencia de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (CSCIOB), Arce devolvió alusiones a Morales y cuestionó, otra vez, el congreso partidario, como cuando la semana pasada denunció que el foro no consignó a los movimientos del Pacto de Unidad. "No podemos asistir a una casa donde no van a estar los verdaderos dueños, las organizaciones sociales", dijo esa vez.
Arce estuvo acompañado en la testera por el presidente de la CSCIOB, Esteban Alavi, y el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.
En 2019, el dirigente sindical —en coincidencia con el Alto Mando de las Fuerzas Armadas y el comando de la Policía Boliviana— pidió la renuncia de Morales, quien el lunes lo encaró al señalarle que pidió la prórroga de su mandato a la entonces presidenta Jeanine Áñez. "Pido rendir cuentas de los 80.000 dólares que recibió de (Arturo) Murillo el 2019, el 26 de noviembre, con el pretexto de pacificar el país", denunció Morales en su cuenta de Twitter.
El lunes, el líder de la COB dijo que la organización sindical matriz fue marginada del congreso.
Arce
En coincidencia con Huarachi, Arce reclamó que en Lauca Ñ se reafirmaba el aislamiento de algunas organizaciones sociales. "Es un atropello a las organizaciones sociales que, en realidad, hoy están siendo despojadas de su propio instrumento político. Hay un irrespeto a nuestras organizaciones sociales", cuestionó.
Apuntó a Morales de dividir al partido. "Nadie, a partir de la creación de ese instrumento político que ha cobijado al MAS-IPSP y ha cobijado a todos nosotros, puede hacer manipulación ni puede utilizar a estas organizaciones para fines propios y personales", dijo.
"Ese congreso no refleja la composición del MAS-IPSP que son, pues, nuestras organizaciones sociales", insistió Arce.
"Aquí lo más importante siempre va a ser preservar el bien común", afirmó el mandatario.
Sin embargo, Morales reivindicó la naturaleza del MAS sobre la base del movimiento indígena originario campesino. Si bien destacó de la "izquierda tradicional" —Partido Comunista de Bolivia (PCB) y el partido Socialista 1 (PS-1)— su aporte histórico, cuestionó su incapacidad de ganar elecciones. La "izquierda tradicional, sin indígenas, ¿cuántas elecciones ganó? Nada", desafió.
El MAS "no es un partido; en mi forma de entender, es una parte del pueblo", dijo Morales.
Afirmó que el MAS no es una fuerza política formada por politólogos o profesionales, sino por los sectores "más odiados, humillados y explotados".
Morales dijo que es común en el mundo que sectores de izquierda formen una fuerza atribuyéndose el título de "partido de los pobres y de los humildes".
En 2020, Morales propuso la candidatura presidencial de Arce.
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