Caminando
NO PUDO SER
José Mateo Gambarte Flores (*)
La fanaticada boliviana del fútbol, quedó resignada una vez más a una derrota de su selección. Bolivia 0, Argentina 3. ¿Qué pasó?, ¿qué no pasó? o ¿qué debió pasar?. En fin, hay muchas interrogantes y muchas respuestas también. De éstas últimas, las hay para todos los gustos, desde aquellas que hablan de la falta de jerarquia futbolística, desempeño mezquino, de garra, hasta argumentos de índole netamente física como el correr más para ahogar al rival, la falta de preparación fisica, el aprovechar la tan temible altura de La Paz y un largo etcetera.
No nos tendría que extrañar mucho esta última derrota en la altitud del Hernando Siles, Argentina ya nos empató 3 a 3 para el mundial 2002 (Japón -Corea), lo volvio a hacer con un 1 a 1 para el 2014 (para Brasil) , nos gano por 2 a 1 en el 2006 (para Alemania) y nos gano tambien por 2 a 1 en 2022 (para Qatar).
Y es que la tan "temida" altitud de la ciudad de La Paz parece ya no ser derterminante en las eliminatorias desde hace mucho tiempo. Despues de USA 1994, primer y unico mundial al que asistió la verde, ya no pudimos ir a siete mundiales, y el siguiente mundial esta en serias dudas luego de estos dos primeros encuentros.
LA FRÍA ESTADÍSTICA
Dejando de lado apasionamientos sentimentales con dosis hormonales, convengamos que la altitud no es más, al márgen de las quejas ya recurrentes de selecciones como la brasileña y argentina. Luego de este 3 a 0, ¿hablaran los argentinos de la altura?, quizas no ,pero quizas si, magnificando con exageración el logro, más allá de sus indudables dotes tecnicas
Desde las eliminatorias para Francia 98 hasta Qatar 2022, la verde jugo 61 partidos oficiales en la altura o "sede natural" de La Paz (como dice un reconocido periodista). En el Hernando Siles ganó 26 encuentros (42,6 %), empató 21 compromisos (34,4 %) y perdió 14 enfrentamientos (22,9 %) .
Dicho de otra manera; de 183 puntos posibles, entre empates y derrotas perdimos 84 puntos y sólo ganamos 99 puntos . Esta es la fría estadística, que nos muestra una altitud para nada determinante, una altitud que ya no asusta ni incomoda a los rivales, una altitud que, acaso, no incide en el futbol, pero si (y muy felizmente) en nuestros grandes corredores de fondo.
SOÑAR NO CUESTA NADA
Dado que la altura no les hizo mella a los campeones del mundo, quizas otro hubiese sido el resultado si se les enfrentaba en el Tahuichi de Santa Cruz. El llano hubiese sido tambien beneficioso para los nuestros, pues la mayoria de los jugadores son cruceños y si a eso le agregamos el fervor de la hinchada oriental y aquella atmosfera diferente, quizas, quizas…
Es que el ambiente, el aire, el decidido y cálido apoyo de los hinchas, suelen tener matices diferentes en cada ciudad. El mayor o menor oxigeno y otros tantos detalles pueden marcar la diferencia, asi la temperatura de 30 o mas grados de Cobija o Trinidad, siempre seran diferentes a los 12 grados de La Paz. Por eso pienso tambien en los 4090 msnm del Victor Agustin Ugarte de Potosi o en los 2550 msnm. y los 18 grados ( del 12 de septiembre) del Felix Capriles de Cochabamba.
Bueno, habra que apostar y experimentar por nuevos contextos climáticos y geograficos para proximas eliminatorias porque, en esta eliminatoria, ya la FBF decidió jugar sólo en La Paz y, quizás algún encuentro en Santa Cruz.
MAL INICIO
Dos derrotas dolorosas marcan el inicio de esta eliminatoria. ¿ Serán fáciles los siguientes encuentros?. Para nada, y aunque estemos en el inicio y "falta largo recorrido", como dicen los periodistas del fútbol, esto ya se hace cuesta arriba, más allá de las "posibilidades matemáticas" que son estiradas hasta la última fecha por los opinadores futboleros.
Y si malo fué el inicio, mala fué y es la desconcertante actitud de cientos de hinchas que rindieron pleitesia a uno de los mejores jugadores del mundo. Se puede admirar e idolatrar con discreción, pero querer exteriorizar aquello con carteles, murales y declaraciones resulta indignante, más aún en estos momentos. Finalmente el ídolo no respondió a sus rendidos admiradores pues ni siquiera estuvo en la banca de suplentes.
Solo nos queda desear que nuestros jugadores decidan, en algun momento clave, renovar su predisposición y entereza para darle a Bolivia alguna alegria, como lo hizo Héctor Garibay, cuando decidió dejar atrás a la escuadra keniana en mitad del maratón. Hay momentos en la vida y en el deporte cuando se debe arriesgar y hay que jugarsela con todo. ¡Vamos todavia Bolivia ¡.
(*) Comunicador Social.
NO PUDO SER
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