Las izquierdas y la cuestión de la alternancia


Los gobiernos de izquierda en Sudamérica, cuyo ciclo comenzó a finales del Siglo XX y se extendió hasta la década de 2010, tuvieron liderazgos emblemáticos. Ahí estaban Hugo Chávez, Rafael Correa, Lula da Silva, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Evo Morales, José Mujica y Tabaré Vásquez. Al presente, sólo el presidente del Brasil y la vicepresidenta de Argentina están en el poder.

Cada una de estas experiencias da cuenta de una forma de entender y practicar la alternancia democrática. No hay una fórmula única que hayan seguido las izquierdas en Sudamérica a la hora de definir sus estrategias para reproducir el poder. Comencemos haciendo un repaso a las trayectorias observadas en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela; países donde se manifestó con claridad el ciclo. En cuanto a Chile, Colombia, Paraguay y Perú, si bien tuvieron algunos presidentes que respondían a una posición de centroizquierda, esto se vio contrapesado por cuestiones de la política interna de sus respectivas sociedades.

Siguiendo un orden cronológico, el presidente Hugo Chávez, en Venezuela, inauguró el ciclo. Estuvo en el poder desde 1999 a 2013. Chávez lideró la Revolución Bolivariana, implementando políticas socialistas y nacionalistas que buscaban reducir la pobreza y la desigualdad. Su gobierno enfatizó la nacionalización de sectores clave de la economía, como el petróleo. Él dejó el poder debido a su fallecimiento y fue sucedido por Nicolás Maduro, quien está en su segunda gestión como mandatario electo y a todas luces volverá a postularse en las elecciones de 2024.

En Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva llegó al sillón presidencial en 2003 y lo ocupó hasta 2010. Lula implementó políticas de inclusión social y reducción de la pobreza a través de diversos programas de equidad y redistribución. Su gobierno tuvo un enfoque en la justicia social y la mejora de las condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos. Fue seguido por Dilma Rousseff, quien acabó siendo derrocada mediante un procedimiento de impeachment en 2016. Le sucedió su vicepresidente, Michel Temer, y luego resultó elegido Jair Bolsonaro. En 2021, tras más de una década fuera del poder, Lula volvió a ganar las elecciones y es el actual presidente.

En Argentina, Néstor Kirchner ganó las elecciones y asumió la presidencia en 2003. Se mantuvo hasta 2007, cuando murió y fue sucedido por su esposa y entonces vicepresidenta, Cristina Fernández. Los gobiernos kirchneristas se centraron en políticas de estímulo económico y en la expansión de los servicios sociales. Si bien no se consideraron estrictamente socialistas, buscaron reducir la brecha entre ricos y pobres y aumentar la intervención estatal en la economía. En 2015 las urnas favorecieron a Mauricio Macri, quien tuvo un gobierno claramente de ubicado en la derecha del espectro político. Los resultados de su gestión no fueron positivos y en 2019 llegó a la presidencia Alberto Fernández, con Cristina Fernández como vicepresidenta. El próximo octubre habrá elecciones y los dos actuales mandatarios no participarán en las mismas.

En el caso boliviano, Evo Morales ganó las elecciones de 2005 y fue posesionado en enero de 2006. Repitió su victoria en 2009 y 2014. El punto más destacado de los gobiernos de Morales, sin ninguna duda, fue la aprobación de la nueva Constitución y, con ello, el advenimiento del Estado plurinacional. Perdió el referéndum del 21 de febrero de 2016, cuando la votación mayoritaria apoyó el No a una nueva candidatura presidencial de él. Pese a esto, volvió a presentarse en 2019, gracias una sentencia del Constitucional Tribunal Constitucional. Luego de las elecciones del 20 de octubre de ese año, se produjo una revuelta que culminó con la Policía amotinada y las Fuerzas Armadas pidiendo su renuncia; estos elementos que evidencian un golpe de estado. Sin embargo, cabe tener presente que antes de esos hechos ya estaba instalada en las calles una fuerte resistencia que fue creciendo luego del triunfo del No en la consulta ciudadana del 21F. Tras su derrocamiento, asumió la presidencia Jeanine Añez Chávez, quien tuvo un pésimo desempeño en su gestión, con muertos e innumerables denuncias de corrupción en plena pandemia por el Covid-19. Esto último favoreció el reordenamiento de las bases populares e indígenas nuevamente bajo la sigla del MAS y la posterior victoria electoral del actual presidente Luis Arce.

Rafael Correa fue elegido presidente de Ecuador en 2007 y ocupó el cargo hasta 2017. Correa implementó políticas de izquierda que incluyeron aumentos en el gasto social y la inversión en infraestructura. Su gobierno se centró en reducir la pobreza y mejorar la educación y la atención médica. Luego de dos gestiones, su partido, Alianza PAIS, optó por Lenin Moreno como candidato y éste ganó las elecciones. Una vez en el poder hizo un giro en su orientación político y se distanció de Correa, para luego culminar su mandato con una aprobación históricamente baja, con sólo el 9% de la población respaldándolo. Guillermo Lasso, de orientación derechista, ganó las elecciones de 2021. Tras una larga crisis se vio forzado a adelantar las elecciones y actualmente ese país está encaminado a una segunda vuelta entre una candidata afín a Correo y otro que se presenta como adversario a esa línea.

También puede leer: El MAS, entre la discordia y la ruptura
En Uruguay, Tabaré Vázquez inició el ciclo de los presidentes de izquierda en el Siglo XXI, siendo electo en 2005. Le siguió José Mujica en 2010 y posteriormente volvió Vásquez en 2015. Aunque más moderados en su enfoque, los gobiernos del Frente Amplio en Uruguay adoptaron políticas de izquierda, centradas en la protección social y la promoción de los derechos humanos. En 2020, Luis Lacalle, ubicado en la centroderecha, tomó el sillón presidencial.

A partir de todo lo anterior, se observa que en los casos de Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay hubo alternancia en el poder entre gobiernos de izquierda y de derecha a través de elecciones. Venezuela irá a elecciones el año que viene y habrá que ver cómo se desenvuelven las cosas.

Con todo, los liderazgos de la primera ola de gobiernos de izquierda ya están alejados o en camino a alejarse del poder en Argentina, Ecuador y Uruguay. En Brasil, Lula está vigente luego de un largo periplo de más de una década fuera del sillón.

En cuanto a Bolivia, la alternancia se dio de forma abrupta con Jeanine Añez en 2020 luego del derrocamiento de Evo Morales. Éste último busca postularse nuevamente en 2025. En días pasados estuvo en el municipio de Warnes donde fue proclamado como candidato por un grupo del MAS afín a él. La pugna interna en el partido de gobierno tiene como punto central la cuestión de quién representará a esta sigla en las próximas justas presidenciales. Si Morales se presenta, será el líder del presente ciclo de la izquierda en Sudamérica que más veces se haya postulado al cargo, sólo superado por Lula da Silva.

La posibilidad de una próxima candidatura de Morales está tensionando al MAS. Esto ya pasó luego del 21F, pero en la carrera de entonces hacia las elecciones de octubre de 2019, le fue posible a él mantener un relativo control de la situación siendo presidente tanto de su partido como del Estado. Aun con todos esos elementos a su favor, las cosas terminaron como terminaron luego de la protesta poselectoral de los 21 días. La situación es distinta ahora para Morales, porque no ejerce como mandatario. Le tocará ver al país cómo el partido de gobierno gestiona y resuelve el entuerto preelectoral en el que está.