Carvajal, quien es presidenta de la APDHB, llegó hasta la Casa de Gobierno para entregar una carta "abierta y pública" en la que pide al Mandatario que "interponga sus buenos oficios" en la disputa que mantiene con un grupo considerado afín al oficialismo, que se tomó esas instalaciones en junio de este año.
El grupo dirigido por Édgar Salazar, un activista señalado de tener afinidad con el oficialismo, tomó posesión de la sede bajo el argumento de que sus dirigentes ganaron una elección de la APDHB en diciembre de 2021, algo que el sector de Carvajal niega.
Desde ese momento, la mujer de 84 años mantuvo una vigilia por más de 50 días, primero en la puerta trasera de la institución y después se trepó hasta la terraza de la casona en donde permaneció a la intemperie por varios días.
En la carta a Arce, Carvajal recordó que accedió a levantar su medida de presión "en el marco de un acuerdo mediado por el cónsul de España en Bolivia", Guillermo Gil, y en que, según la activista, también intervino el Mandatario.
"Apelo a su apoyo con la misma predisposición con la que acepté dejar la vigilia a pedido suyo para lograr la pronta y efectiva devolución de la Casa de los Derechos Humanos", apuntó Carvajal en su nota.
La activista se mostró confiada en que el Gobierno de Arce dará curso a las "acciones necesarias" para poner fin a la que consideró una "falsa disputa".