Quillacollo se llenó de colores, música, danza y devoción gracias a la festividad de la Virgen de Urkupiña. El municipio cochabambino recibió a turistas nacionales e internacionales, así como a veedores —enviados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)— para evaluar la declaración del evento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, fue parte de la celebración bailando junto a la Diablada 14 de Septiembre. La autoridad contó a los medios estatales que ya participa en esta entrada folklórica por 10 años y lo hará mientras "la Virgencita lo permita".
"Es un gusto poder participar con fe y devoción a la Virgen de Urkupiña, pero también para mostrar la diversidad de nuestra cultura. Tenemos la oportunidad de mostrarnos al mundo, así que vivamos nuestra fe y devoción", dijo la autoridad, quien también pidió por el país y su reconstrucción económica.
Más de 50 fraternidades mostraron sus mejores pasos para impresionar a los delegados oficiales de la Unesco, quienes disfrutaron del talento de más de 20 mil bailarines, durante un recorrido de 4,5 kilómetros que culminó en el templo de San Ildefonso.
Se espera el veredicto de la organización internacional para los últimos meses de este año.