Después de vivir dramas, luto y dolor en la población y con más de 1,2 millones de contagios y 22.300 personas fallecidas, Bolivia pone fin este lunes a la emergencia sanitaria por el COVID-19.
El coronavirus, como se conoció a un principio, llegó al país el 10 de marzo de 2020, con dos casos que se registraron en las ciudades de Oruro y Santa Cruz, las portadoras del virus habían hecho un paso previo por la sede de gobierno.
Ya antes, el virus comenzó a hacer estragos en China, donde apareció, y avanzó rápidamente por Europa y Estados Unidos.
Desde entonces Bolivia vivió seis olas de esta enfermedad, pero las dos primeras fueron las más fuertes, en las que la tasa de mortalidad fue de 6,2%, con hospitales llenos, las salas de velorio copadas y entierros seguidos, pero sin la presencia de los dolientes.
Era la época, 2020, en las que si uno se contagiaba del virus lo más probable era que se muera, porque no solo Bolivia, en el mundo nadie sabia todavía cómo se podía combatir esta enfermedad.
Emergencia sanitaria
Después de las dos primeras y dramáticas olas, llegó la vacuna al país, y aunque nunca se alcanzó los niveles esperados de inmunización, ayudó a frenar la crecida del virus que para entonces ya se conoció como COVID-19.
Desde que el actual Gobierno se hizo cargo de las riendas del país, más de 15 millones de dosis de la vacuna llegaron, pero solo el 69% de la población tomó la primera dosis y el 23% llegó hasta la tercera.
Pese a estas cifras no muy convincentes, la vacuna ayudó a bajar los contagios y, lo que es más importante, disminuyó la tasa de mortalidad hasta el 0,1%, una de las bajas de la región.
La semana pasada, la ministra de Salud, María Renée Castro, anunció que el Gobierno determinó poner fin a la emergencia sanitaria en el país este 31 de julio. La OMS ya lo hizo antes, el 5 de mayo, para todo el mundo.
Qué significa esto, que quedan atrás todas las medidas de bioseguridad, pero, sobre todo, significa dejar atrás esos días, semanas y meses de sufrimiento y dolor para la población. Sin duda, uno de los hechos más duros que vivió el mundo y Bolivia en las últimas décadas.
Sin embargo, y porque otras enfermedades están rebrotando en el país, pero sobre todo las gripes, el Gobierno recomienda seguir usando el barbijo, esta vez de forma voluntaria y obligatoria en los colegios.
Bolivia pone fin a la emergencia sanitaria por el COVID-19
Tras seis olas, 1,2 millones de contagios y más de 22.300 muertos, el país levanta las medidas de bioseguridad y pone fin a una de las épocas más duras de la historia de la humanidad
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