Camacho intuye 'caída masista', pide que opositores se unan y ve que son mayoría

Desde Chonchocoro, penal en el que cumple su detención preventiva por el caso "Golpe I", Luis Fernando Camacho convocó ayer a la "reflexión" de los actores políticos de oposición y afirmó que el partido azul transitaría una suerte de "debacle" comenzada el 21 de febrero de 2016.

Imposibilitado de recurrir a otros mecanismos más directos para transmitir sus mensajes, el Gobernador de Santa Cruz apeló a un escrito para reflejar sus ideas en torno a lo que sería necesario para "hacerle frente" a un Movimiento Al Socialismo (MAS) que él considera debilitado.
Comenzó refiriendo: "Desde 2005 hasta hoy hemos sido una oposición en resistencia porque éramos una minoría electoral y eso era una debilidad que nos dispersaba. Pero los tiempos han cambiado y ahora toca a las fuerzas democráticas la tarea de la unidad para conducir el país".
Reconoció que si bien la oposición se encuentra "dispersa", ello no quiere decir que esté "en crisis". Además, apuntó que el frente opositor de la sociedad se constituye en una "mayoría".
"Hoy, todas las mediciones de las encuestas son claras: la oposición está dispersa, pero no está en crisis. Porque representamos una mayoría nueva y comprometida con los valores de la democracia y de la prosperidad; esos valores que van a sacarnos de la crisis económica".
Para Camacho, quien tuvo una participación fuerte durante la crisis de 2019 que terminó con los 21 días de paro y la renuncia de Evo Morales, el MAS comenzó con su "debacle" a partir del 21 de febrero de 2016, con el referendo que rechazó una nueva reelección del expresidente.
Desechó la idea de que la oposición sería inexistente en Bolivia.