En medio de las grietas internas en el Movimiento Al Socialismo (MAS), tocó el turno del vicepresidente David Choquehuanca para analizar la crisis, quien en un acto en La Paz señaló que "la división no puede vencer". (Tenemos que) hablar de la vida, hablar de la revolución, hablar del cambio y también hablar sobre nuestro proceso de cambio. Hermanos, no nos van a apagar, la división no puede vencer, el racismo no nos puede vencer y no nos va a vencer, los paceños somos vencedores, somos luchadores". Emitió esta declaración ayer, en un acto llevado a cabo en la Asamblea Legislativa por el comienzo de las fiestas julias, que conmemoran la revolución liderada por Pedro Domingo Murillo en La Paz, el 16 de julio de 1809. División Las pugnas en el oficialismo han debilitado la sintonía entre asambleístas de los denominados bloques arcista (afines al presidente Luis Arce) y evistas (seguidores del expresidente y jefe de este partido, Evo Morales), más todavía, de estos últimos con el Gobierno. Inclusive, Morales llegó a decir que este frente político ya no forma parte de la administración liderada por su exministro de Economía. El punto más álgido de este quiebre se presentó la anterior semana, cuando la Asamblea censuró al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en su interpelación sobre el robo de vehículos en Chile y su posterior comercialización en territorio boliviano. Con 101 votos, o sea más de dos tercios de los asambleístas presentes, parecía que la suerte de Del Castillo estaba echada, con la destitución en el horizonte. Lo que causó molestia en el bloque arcista fue que esa votación se consiguió no solo con el apoyo de las opositoras Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos, sino de los evistas.

El alejamiento o no de Del Castillo del gabinete quedó en manos del presidente Arce, quien se tomó dos días para tomar una decisión que iba a ser una señal clave: o marcaba definitivamente distancia con los evistas, o cedía a su presión. Y fue lo primero. Antes, Arce destituyó mediante un decreto a su ministro de Gobierno, pero a las horas lo volvió a nombrar en un acto en la Casa Grande del Pueblo. Defendió su determinación y subrayó que se basó respetando la Constitución. Mientras Del Castillo no se guardó nada a la hora de su discurso. Calificó como una "puñalada por la espalda" la votación de los evistas, habló de una nueva "megacoalición" en la Asamblea y de "traidores de la revolución". Sin duda, muchas de sus palabras estuvieron dirigidas a Morales, quien lo tiene en la mira, incluso la Dirección Nacional del MAS pidió la destitución del ministro en varias ocasiones. Luego de la ratificación de Del Castillo, Morales lo llamó ministro "inconstitucional" e "ilegítimo", y lo responsabilizó de cualquier atentado contra su vida. PACEÑOS En medio de esta coyuntura del oficialismo, Choquehuanca convocó ayer a la unidad —tal como en su momento lo hizo el presidente Arce—, para buscar coincidencias que permitan la construcción de un todo entre los bolivianos. Para ello, reivindicó el espíritu "rebelde" de los paceños, quienes destacan por no ser, dijo, ni individualistas ni racistas. "Los paceños buscamos hermandad, solidaridad y luchamos contra las injusticias". Asimismo, el Vicepresidente advirtió que el horizonte puede ser de buenas noticias. "Vamos a vencer a la división, vamos a vencer a la codicia, vamos a vencer al odio, vamos a vencer al individualismo y vamos a retornar a ese camino de la unidad, de la esperanza, de la hermandad, de la integración, de la paz; y nuestro compromiso de los paceños, en este mes, tiene que ser eso, seguir luchando por la hermandad, por la unidad, anteponer intereses de la Patria por encima de los intereses regionales, sectoriales e individuales, y desde aquí reafirmar esa lucha".