El 30 de abril, el diario El País develó una serie de casos de abusos clericales en Bolivia por parte del sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas. A la fecha, no hay imputados ni aprehendidos en el caso que se investiga desde hace casi dos meses.
Preocupado por la situación, el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, parte querellante, sugirió este miércoles avanzar en el cierre de las investigaciones iniciales.
"Han pasado 52 días desde que se conoció el caso y se debe ir cerrando la etapa preliminar", dijo el funcionario a través de Twitter.
Con el reportaje Diario de un cura pederasta, el periódico español contó cómo Pedrajas, conocida antes con "Pica", relató en sus memorias que había violado a decenas de niños en instituciones educativas y refugios de menores dependientes de la Compañía de Jesús en Ecuador, Perú y Bolivia, entre 1961 y 2008. Ese último año dejó de escribir su texto íntimo Historia, de 383 páginas y que el sobrino, Fernando, descubrió y lo entregó al diario ante la negativa de investigarlo de la Iglesia Católica y la Fiscalía españoles.
"Hice daño a mucha gente (¿85?), demasiada", admite el sacerdote, según citó El País.
Consultada sobre la sugerencia del procurador Chávez, una fuentes del caso informó a La Razón que un eventual cierre de la etapa preliminar de las investigaciones es complejo, debido a la consideración de las denuncias en varios distritos judiciales del país y diferentes plazos legales.
Chávez "no conoce el cuaderno de investigaciones", comentó.
Abusos clericales
Desde el inicio de las investigaciones, el caso se mantiene en reserva y seguirá en esa condición hasta el final del proceso, debido a la necesidad de resguardar la dignidad de las víctimas.
Ocho sacerdotes jesuitas fueron denunciados por abusos clericales: Pedrajas, Antonio "Tuco" Gausset, Carlos "Vicu" Villamil, Alejandro Mestre, Luis María Roma Padrosa y Jorge Vila, fallecidos, y Francesc "Chesco" Peris y Francisco "Pifa" Pifarré.
Otros cinco son investigados por presunto encubrimiento: Bernardo Mercado, Oswaldo Chirveches, Marco Recolons, Ignacio Suñol, Ramón Alaix y Arturo Moscoso. Algunos de éstos declararon en en Casa de la Esperanza, en Cochabamba, refugio donde pasan sus últimos días los sacerdotes de la orden católica.
La comisión de fiscales sospecha que estos sacerdotes conocieron y corrobaron las denuncias pero no las derivaron a las autoridades judiciales para su investigación y eventual sanción. La Delegación de Ambientes Sanos, de la que fueron parte algunos de ellos, solía enviar los casos resueltos a la Curia de la Compañía de Jesús en Roma, Italia.
Las denuncias son investigadas en La Paz (Pedrajas, Mestre y Roma), Cochabamba (Gausset) y Santa Cruz (Pifarré). Otra de ellas, la de Alaix, fue derivada a la Fiscalía de El Alto, debido a la declaratoria de incompetencia en el caso de su par en Sucre.
"A ninguno de ellos (los casos de investigación) hemos tenido acceso", dijo la fuente.
Pedrajas
El mismo Pedrajas dejó pistas sobre quiénes, en su momento, fueron los confidentes de sus "pecados", "meteduras de pata" o "enfermedad", como describió en sus memorias, cuyo original fue entregado por el "novio" del sacerdote al hermano también fallecido de éste en España.
Según comunicó el martes la Compañía de Jesús, el diario de Pedrajas fue entregado ese día al Ministerio Público en Coña Coña, Cochabamba, "como muestra de transparencia" y "clara voluntad de colaborar con la justicia".
El documento fue enviado al Provincial de la orden en Bolivia por la Curia General de la Compañía de Jesús, que a su vez lo recibió del Dicasterio de la Doctrina de la Fe del Vaticano. "El sobre ha sido entregado a la Fiscalía sin abrir, tal como fue recibido y con autorización para que el Ministerio Público proceda a su apertura", aclara el comunicado de la orden.
Advierte que lo que se conoció del diario de Pedrajas solo fueron públicos "algunos extractos".
Al respecto, Chávez afirmó que se trata de "un elemento sustancial para entender la magnitud de los delitos cometidos, así como el grado de participación criminal de varios jerarcas y otros ya fallecidos" de la Iglesia Católica.
Procurador sugiere el cierre de la etapa preliminar del caso abusos clericales
En un caso disperso, no hay curas imputados ni aprehendidos
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