Lo cierto es que el Tigre no mereció ganar esta noche, pero su rival tampoco. La derrota no solo hace casi imposible aspirar por los Octavos de la Libertadores, sino que también complica el tomar el "premio consuelo" de pasar a la Sudamericana.

No solo tiene un pie y medio fuera de la Libertadores, sino también de la Sudamericana. The Strongest perdió un partido increíble ante Sporting Cristal en La Paz (1-2) y se va al receso plagado de dudas y malestar.

Lo cierto es que el Tigre no mereció ganar esta noche. Ni estando con un hombre más durante 60 minutos pudo ante un rival limitado, que apeló al contragolpe, perder tiempo lo más que pudo y se llevó un premio también exagerado – si de justicia se tratara, el empate se adecuaba más a lo visto en la cancha-.

Lo cierto es que todo parecía iniciar a pedido del Tigre. Se puso en ventaja con gol de Enrique Triverio a los 13 minutos.

Empero, los de Achumani cayeron del cielo al infierno. Quitaron el pie del acelerador y Viscarra tuvo que salvar dos oportunidades claras de gol de los peruanos. A la tercera ya no pudo hacer nada y Brenner empató a los 23.

La rabia se volvía convertir en alegría a los 31, por la expulsión de Gianfranco Chávez en la visita, pero el Tigre nunca supo aprovechar ese hombre demás.

A partir de ahí el partido tuvo un solo libreto. El Tigre atacando sin ideas, apelando al pelotazo o alguna inspiración de Enrique Triverio o Michael Ortega para generar peligro – el colombiano estrelló un balón en el palo-.

El visitante jugó todo el partido a buscar contragolpe rápido y, claro, perder tiempo cada vez que se les presentaba la oportunidad.

Así, los minutos se consumían y la desesperación del Tigre se sintió no solo en los jugadores, sino en el cuerpo técnico, que no atinó en los cambios.

Por eso, a 11 minutos del final llegó la peor pesadilla atigrada. Un contragolpe dejó a Corozo frente a Viscarra y con un remate que se metió entre las piernas del portero marcó el gol del triunfo visitante.
El público empezó a abandonar el recinto miraflorino, mientras otros pedían la cabeza del técnico Claudio Baggio.

Con la derrota, el Tigre está obligado a sumar en Argentina, ni más ni menos que contra River. Si quiere seguir en la Libertadores deberá ganar, o al menos empatar para tomar el "premio consuelo" de ir a la Sudamericana.