Con un tapiado y huelga de hambre de tres de sus dirigentes, el magisterio urbano inició este lunes 1 de mayo su novena semana de medidas de presión en demanda de atención del Gobierno a sus exigencias; el Ministerio de Educación calificó de "radicalidad" lo asumido.
"Hemos tenido que entrar a estas extremas medidas de siete días de los compañeros ejecutivos en una huelga de hambre, los tres ejecutivos nacionales en este tapiado", expresó el ejecutivo por el Occidente, de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana (CTEUB), Wilfredo Ajllahuanca.
El dirigente, junto con Patricio Molina, ejecutivo por los Valles de la CTEUB y Ludbin Salazar, ejecutivo por el Oriente, son quienes asumieron esta extrema medida de presión, que Educación considera es una "radicalidad", que no busca una solución real.
"La radicalidad no garantiza, al final, el término de acuerdos. Nosotros seguimos trabajando en la ejecución y distribución de ítems de nueva creación y lo vamos a seguir haciendo; lo que no podemos hacer es prometer miles de ítems, como el magisterio urbano pide", indicó el ministro de Educación, Édgar Pary.
Cinco demandas movilizan al magisterio urbano; mayor presupuesto, más ítems, realización de un congreso nacional, resolución del déficit histórico de horas laborales y suspender la aplicación de la malla curricular actualizada.
Magisterio urbano aumenta la presión con un tapiado de sus dirigentes
Tres de los representantes empezaron la extrema medida, que Educación califica de "radicalidad"
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