El presidente Luis Arce dijo este sábado que «pese a quien le pese» la economía boliviana «avanza».
El mandatario señaló que su administración, de corte socialista, «avanza» en la reconstrucción de la economía pese al contexto internacional adverso; con la guerra en el este de Europa.
Además, recibir en 2020 el gobierno con las finanzas en quiebra y los «problemas» en la Asamblea Legislativa a la que envió para su tratamiento dos proyectos de inversión pública; con financiamiento externo de aproximadamente $us 160 millones y el proyecto de compra de oro destinado al fortalecimiento de las reservas internacionales.
«Pero, sin embargo, pese a quien le pese, la economía avanza», dijo en la sesión de honor del Concejo Municipal de Yapacaní por su 65 aniversario.
De acuerdo con el mandatario, cada día que mejora la economía nacional, mejora también la calidad de vida de los bolivianos.
Crecimiento de la economía
En 2020, con el régimen de facto de Jeanine Áñez, el país experimentó la crisis más profunda de los últimos 68 años; reflejada en una contracción de la economía de 9%, solamente superada por una caída de la actividad económica de 9,5% en 1953.
El presidente destacó que la tasa de inflación del 3,1% que el país registró en 2022 fue una de las más bajas de la región. Y una de las menores del mundo pese a los 36 días de paro y bloqueos en el departamento de Santa Cruz entre octubre y noviembre del año pasado.
Bolivia retornó a la senda del crecimiento económico con una tasa del 6,1% en 2021 y con 4,3% al tercer trimestre de 2022; tras «registrar en 2020 la caída más fuerte de la actividad económica no vista en 70 años».
Tomando en cuenta que la «estabilidad se va consolidando en la economía», el Gobierno nacional mantiene la proyección de crecimiento de 4,86%. Y el control de la inflación, informó en su momento el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui.