Un día después de sus polémicos "reclamos" a Bolivia y Venezuela por su falta de cooperación en la expulsión de migrantes iiiregulares, este jueves, el presidente de Chile, Gabriel Boric, bajóel tono y aseguró que su país no quiere agravar los problemas con ambos países, sino buscar una solución a este "difícil" fenómeno.
"La relación (con Venezuela) evidentemente hace tiempo no es fácil, pero tenemos la mejor voluntad para trabajar con todas las herramientas que otorga el derecho internacional para abordar el fenómeno que ha sido muy difícil de la migración, donde Venezuela también tiene un rol importante que jugar", dijo el mandatario chileno.
Boric realizó estas declaraciones en la localidad pesquera de Pisagua, en el marco de la visita que realiza desde el miércoles a la región de Tarapacá, en el norte de Chile, por donde ingresa una gran cantidad de migrantes, especialmente venezolanos.
Hace tres semanas, Chile desplegó militares en su frontera norte en un intento por controlar el flujo de migrantes, cuya mayoría llega de Bolivia.
Sin embargo, "no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones y ese es el espíritu del gobierno chileno, hay esfuerzos de diálogos", afirmó Boric.
En ese sentido, Boric anunció el miércoles una reunión con gobernantes "amigos" de la región para discutir la migración irregular. El encuentro se llevará a cabo en el marco de la Cumbre Iberoamericana que se llevará a cabo en República Dominicana el 25 de marzo.
Ayer, Boric, en su visita por la zona fronteriza de la Región de Tarapacá, acusó a Bolivia de entorpecer la expulsión de migrantes irregulares que son sorprendidos atravesando la frontera, como también apuntó a Venezuela de no abrir el espacio aéreo para los mismos fines.
El canciller venezolano, Yván Gil, en reacción a las palabras de Boric, aseguró a través de Twitter que "Venezuela aún no ha recibido solicitud de trabajo coordinado con Gobierno de Chile respecto a supuestas deportaciones de venezolanos".
"La coordinación en esta materia ha sido un clamor nuestro, así como la exigencia de respeto a los DDHH de nuestros compatriotas", agregó el funcionario.
Por su parte la cancillería boliviana, por medio de su viceministro Freddy Mamani, afirmó que "el procedimiento de reconducción al que se refiere el presidente Boric es normativa chilena que no genera ningún tipo de obligación internacional".
La situación con Bolivia
En una entrevista con una radio local de la ciudad de Iquique, el mandatario chileno había explicado que muchos de los migrantes irregulares que ingresan al país llegan desde Bolivia no pueden ser devueltos, porque ese país no los recibe.
En Bolivia "están aceptando solamente a ciudadanos bolivianos", añadió el presidente al señalar que el objetivo era reconducir a los migrantes irregulares de vuelta al mismo país desde donde llegaron. "Eso requiere una conversación diplomática de alto nivel. Yo estoy comenzando esas gestiones con el presidente Arce, para que a nivel de América Latina podamos enfrentar esto", declaró.
Además, el mandatario chileno aseguró, que no solo Bolivia sino otros países cercanos no estaban realizando labores de reconducción: "hoy día no están llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera de Colchane y que no son recibidos por el lugar donde entran (Bolivia) y eso tenemos que solucionarlo", aseguró el mandatario chileno.
Chile baja el tono y afirma que no quiere "agravar" problemas con Venezuela y Bolivia por la migración
Ayer, Boric, acusó a Bolivia de entorpecer la expulsión de migrantes irregulares que son sorprendidos atravesando la frontera, como también apuntó a Venezuela de no abrir el espacio aéreo para los mismos fines. El mandatario chileno recibió duras respuestas de ambos países.
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