Desde Sídney hasta Roma, los humanos asistirán a fuegos artificiales y espectáculos a través de la pantalla de la televisión o de la computadora
Una vista general muestra la Ópera y el Harbour Bridge horas antes de un espectáculo de fuegos artificiales para celebrar el Año Nuevo en Sydney
El planeta se prepara este jueves para dejar atrás el año 2020, marcado principalmente por la pandemia del coronavirus y que obliga a miles de millones de personas a celebrar el paso al Año Nuevo en la intimidad de casa.
Las nuevas olas de la epidemia obligan a una mayoría a seguir los festejos desde el sofá de su hogar, tras meses de restricciones por el COVID-19, que dejó cerca de 1,8 millones de muertos en todo el mundo.
Desde Sídney hasta Roma, los humanos asistirán a fuegos artificiales y espectáculos a través de la pantalla de la televisión o de la computadora, siempre y cuando las festividades no hayan sido canceladas.
El pequeño archipiélago de Kiribati y las islas Samoa en el Pacífico han sido, a las 10.00 GMT (06.00 Bolivia), los primeros en llegar a 2021, mientras que las islas deshabitadas de Howland y Baker tendrán que esperar 26 horas más.
Aunque en gran parte no se vieron afectadas por la pandemia, las naciones del Pacífico experimentarán una nueva forma de Año Nuevo, debido al cierre de fronteras, el toque de queda y el confinamiento. En la estación balnearia Taumeasina, rodeada de palmeras cerca de Apia, la capital de Samoa, Tuiataga Nathan Bucknall, que dirige una propiedad, se enorgullece de poder acomodar a un número ilimitado de huéspedes.
Prohibidas las reuniones
Pero debido al estado de urgencia vigente, tendrá que «dejar de servir alcohol a las 11 de la noche». En Sídney, la ciudad más grande de Australia, se van a disparar los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo sobre la bahía, pero con la casi total ausencia de espectadores tras la aparición de un reciente brote de contaminación, en el norte de la ciudad, que suma unos 150 casos.
El coronavirus deja al mundo sin celebraciones de Año Nuevo
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