El canciller del Estado boliviano, Rogelio Mayta, concedió una entrevista a la agencia EFE y aseguró que aunque el Gobierno lamenta la pérdida de vidas humanas en el Perú, en ningún momento cometió acto de injerencia.

"Parte de la doctrina de la política exterior boliviana es la no injerencia en asuntos internos de otros países. Nosotros pedimos siempre que nos dejen a los bolivianos resolver los problemas que tenemos y recíprocamente consideramos que cada pueblo debe resolver los problemas de toda índole que tengan", afirmó la autoridad boliviana.

En ese sentido, aseguró que las relaciones diplomáticas boliviano peruanas "no se han resentido" y ambos países mantienen a sus embajadores en Lima y La Paz.

"Por lo demás, simplemente nos queda solidarizarnos con las decenas de víctimas fatales, los cientos de heridos en esas movilizaciones", acotó.

En pasadas semanas, Perú elevó una protesta formal contra Bolivia por una presunta "injerencia" en sus asuntos internos a raíz de unas declaraciones del presidente boliviano, Luis Arce.

Según la Cancillería peruana, Arce declaró: "en el Perú donde tenemos al pueblo peruano en una lucha por recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un Gobierno que los represente".

"Con ello persiste en una injerencia inaceptable en asuntos que sólo competen a los peruanos", afirmó el Gobierno del vecino país.

La respuesta de la Cancillería boliviana no se dejó esperar y, a través de un mensaje en sus redes sociales, negó que haya existido algún acto o intento de injerencia de parte del Estado hacia asuntos internos del Perú.

"El Estado Plurinacional de Bolivia respeta el derecho internacional y el principio de no intervención; no aceptamos la insinuación sobre una supuesta injerencia en asuntos internos de la República del Perú, con quien mantenemos una histórica relación entre pueblos hermanos", respondió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.

No obstante, días después, el 24 de enero, en su intervención durante la VII cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente de Bolivia, Luis Arce, pidió que el organismo se pronuncie sobre la crisis política y social que se vive en el Perú y exhortó al vecino país a que retome las vías del diálogo.

El Presidente boliviano, en su intervención, aseveró que Bolivia es un país respetuoso del derecho internacional y también de la política de no injerencia en asuntos interno de otros países; sin embargo, sentenció que "no podemos obviar la grave situación política y social que se vive en el Perú".

"Estamos consternados por la cantidad de hermanos peruanos fallecidos y heridos, nuestra solidaridad con las víctimas", señaló el Jefe de Estado.

En ese sentido, el Presidente boliviano afirmó que los países que firman parte de la Celac deben expresar su preocupación por los sucesos que se viven en Perú.

"Debemos exhortar a las instituciones del Estado peruano para que junto a su pueblo retome el camino del entendimiento para retomar la paz social y política", aseveró.

Perú vive una crisis política marcada por las protestas populares pidiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte – nombrada por el Congreso en lugar del destituido mandatario Pedro Castillo-, el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones, entre otros pedidos.