De acuerdo con un último reporte de medios locales, 17 es el número de muertos en la protesta antigubernamental en la ciudad de Juliaca, región surandina de Puno, Perú.
Con ello, el gobierno de Dina Boluarte suma más de 45 muertes durante las protestas desde su asunción en diciembre de 2022.
"Quiero hacer un llamado a los policías, a los generales de la Policía, a que no se comporten de esa manera con nuestros hermanos", aseveró impactado por lo sucedido el director del hospital estatal de la ciudad, Jorge Sotomayor.
Indicó que nueve cadáveres se encuentran en la morgue del hospital Carlos Monge, uno en un centro de salud y hay dos por levantar de la calle y varios murieron por disparos en la cabeza.
Las muertes se registraron durante nuevos intentos de manifestantes de incursionar en el aeropuerto de Juliaca, asedio al que se sumaron pobladores de provincias cercanas que llegaron masivamente a sumarse a las protestas.
Miles de pobladores de localidades de la provincia de Collao, de habla aimara, llegaron a reforzar las protestas en esa urbe, donde al anochecer se registraron piedras contra locales gubernamentales y judiciales, uno de los cuales fue incendiado.
Sotomayor confirmó además que las operaciones de las fuerzas militares y policiales dejaron un saldo de 29 heridos de diversos niveles de gravedad.
El gobernador de la región de Puno, Richard Hancco, condenó las muertes y rechazó la campaña política y mediática que atribuye las protestas a elementos terroristas y extremistas.
"Como jamás ha ocurrido, en cada cuadra hay un piquete de activistas de la huelga", dijo y destacó la gran participación popular en la protesta.
Amnistía Internacional lamenta la muerte de personas en Puno en el marco de las protestas y pide a las autoridades el cese inmediato del uso indebido de la fuerza contra la población civil.