Bolivia y Brasil restablecerán sus relaciones de integración y hermandad, gracias a la vinculación que les une a los presidentes Luis Arce y el electo Luiz Inácio "Lula" da Silva, quienes se reunirán próximo el 1 de enero, en Brasilia.
El mandatario boliviano demostró que la política internacional de su administración es sostener sólidas y sinceras relaciones con los países vecinos y de otros con los que coincide por sus tendencias estratégicas de desarrollo social.
Brasil con Lula, en esa perspectiva, es un socio de importancia para Bolivia, en contraposición del ex presidente Jair Messias Bolsonaro, considerado injerencista por el parlamento y gobierno nacionales, al ofrecer abiertamente protección a la golpista Jeanine Añez.
Lula da Silva mostró desde su primer mandato aprecio por el pueblo y el gobierno progresista bolivianos, señal que así lo recogió el presidente Arce por ser artífice del desarrollo económico, en el anterior y actual gobierno.
"Tu emoción, hermano Lula —escribió en las redes sociales Arce Catacora, cuando se supo de su triunfo electoral frente a Bolsonaro — es la emoción del pueblo trabajador y refleja tu gran amor por el pueblo brasileño, por las clases humildes que siempre defendiste.¡Jallalla la Patria Grande!".
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, confirmó que el jefe de Estado sostendrá una reunión con el líder progresista que asumirá la presidencia de Brasil por tercera ocasión, tras gobernar por dos periodos entre 2003 y 2010.
"El 1 de enero, que es la posesión del presidente de Brasil, va a participar, va a viajar a Brasil", indicó Alcón en declaraciones a la prensa.
La característica de la relación bilateral boliviano-brasileño es la venta-compra de productos y bienes de consumo, principalmente, de gas natural procedente de los yacimientos de Bolivia.
La actuación política de Bolsonaro hacía el gobierno boliviano provocó una estela de reacción, consideradas por el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Cámara de Diputados como "injerencista", cuando dijo que ofreció "asilo político a Añez", que el gobierno de Arce no aprobó por los procesos penales ordinarios que se le siguen, y que mientras sea presidente del Brasil protegerá al ex ministro de Defensa Fernando López y el excomandante de la Policía boliviana, Yuri Calderón, fugados a su país.
En su oportunidad, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, había denunciado que: "existen grabaciones, audios y videos, donde demuestran que el señor (Jair) Bolsonaro ha confesado que la señora Jeanine Añez habría tenido un encuentro con él, nunca se ha comunicado ni al pueblo boliviano ni a la comunidad internacional de este encuentro, por tanto, debemos investigar para que se reunieron en pleno golpe de Estado (de noviembre de 2029)".
El retorno al poder del electo presidente Lula, su simpatía con el proceso político de los bolivianos y con el presidente Luis Arce, las relaciones entre Brasil y Bolivia prometen una amplia perspectiva de reposición de sus relaciones diplomáticas y comerciales.
Arce Catacora imprimió una fuerte señal en América Latina por sostener amplias vinculaciones con los gobiernos progresistas de Argentina, México, Cuba, Colombia, Perú, del destituido Pedro Castillo, Chile, sin tener restituidas sus relaciones diplomáticas, y ahora Brasil.
Arce y Lula retomarán relaciones bilaterales de amistad, afectadas por el golpe de Estado de Jeanine Áñez y el radical gobierno de Jair Bolsonaro
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