Jerges Mercado: Espero que el Senado también quiera pacificar con la aprobación de la ley

Jerges Mercado: Para el diputado, la violencia habría escalado si no aprobaban la ley del Censo.

El nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Jerges Mercado, directamente afirma que la ley del Censo recién aprobada tiene el objetivo político de frenar el paro, que es falso que sea trofeo o parte de la agenda de Luis Fernando Camacho, que sí ha sido coordinada con el Órgano Ejecutivo.

En entrevista con La Razón, ayer, consideró que si Diputados ha sido capaz de pacificar de este modo al país, el Senado deberá tener el mismo talante.

—Finalmente, ¿qué pacto, acuerdo o acercamiento hubo para llegar a la ley?

—Aquí no hubo ningún pacto político; lo que hubo fue la voluntad de un grupo de parlamentarios de resolver un conflicto de 36 días, que había causado más de cuatro muertos, más de 200 heridos, violaciones de derechos humanos, gente sin poder llevar un pan a su mesa. Lo que se ha visto es que hubo una votación extremadamente alta, se superó los 2/3 del voto porque todos entendíamos que si no se resolvía el conflicto inmediatamente, había el riesgo de una escalada de violencia, un baño de sangre que hubiera impedido una solución pacífica, como la que hemos logrado.

—Les dicen traidores…

—Más allá de que nos digan algunos que somos traidores, aquellos que en su momento no pudieron resolver los conflictos en 2019, hoy nos llaman traidores. Lo que nosotros hemos logrado es evitar que se repitan los hechos de 2019. No solo es la ley, también es la paciencia de nuestro presidente Luis Arce, la prudencia de no sacar a la calle a la Policía y a las Fuerzas Armadas, como muchos querían.

Agradecerle porque nos dio todo el respaldo para que trabajemos esta ley, coordinadamente entre el Órgano Ejecutivo y el Legislativo. Y se presentó como bancada cruceña porque el conflicto era en Santa Cruz.

—Se dice que con esta ley solo se ha seguido la agenda del gobernador Camacho.

—Es falso que él nos hubiera marcado la agenda, no es así. Prueba de ello es que aquí llegaron seis proyectos de ley, y el proyecto que ha sido aprobado es el presentado por la bancada cruceña del MAS; obviamente, algunos aspectos hemos tenido que capturar, si vale el término, de otros proyectos de ley. Pero, fíjese, por ejemplo, que no se contempla cierta fecha que quería poner la oposición.

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—En el fondo, esta ley no era necesaria, porque recursos y escaños se asignan automáticamente; ya está normado.

—Toda política pública tiene que juzgarse por los resultados. ¿Cuál era el objeto de esta ley? Desmovilizar a los movilizados en Santa Cruz, pacificar al país y volver a la normalidad, y lo ha logrado inmediatamente; a menos de 12 horas de haber sido aprobada, se han suspendido los bloqueos.

Después de un amplio debate entre los órganos Ejecutivo y Legislativo, hay que reconocer que la oposición ha participado, pero es la propuesta del MAS, y ha habido algunos pequeños elementos que por supuesto se han tenido que conversar.

—Ahora, en el Senado hay un escenario que todavía hay que superar.

—Yo diría a los senadores lo que les dije a los diputados, con muchos que yo hablé personalmente. Aquí se va a ver quiénes son los que quieren que el conflicto continúe y quiénes quieren que el conflicto se extinga; en la Cámara de Diputados hemos dado señales muy claras de que queremos que el conflicto se extinga y eso ha sido lo que motivó a que mayoritariamente, más de dos tercios, votemos por la ley; creo que en Senadores va a pasar lo mismo.

Hemos tenido la capacidad, desde Diputados, de suspender las medidas de presión, dar el retorno a la normalidad en Santa Cruz y Bolivia; espero que los senadores tengan la altura suficiente para continuar con esa línea de pacificación, de retorno a la normalidad y de la reconstrucción económica, y con una ley que no cambia sustancialmente muchos aspectos, pero que da señales políticas muy acertadas.

—¿Esta ley no es un trofeo para Camacho y compañía?

—Nada más falso, porque en las calles, en las rotondas, la gente estaba más radicalizada que los mismos dirigentes; es más, la gente se ha molestado porque ellos han aceptado; han ido a pintarrajearle la casa de Calvo, lo han correteado al rector, su vicerrector se le ha insubordinado.

Muchos no están de acuerdo porque se alimentan del conflicto. ¿Quiénes son los que se oponen a la ley que hemos sacado? Los que sobreviven políticamente gracias a los conflictos. Aquí se nota claramente quiénes quieren la paz y el retorno a la normalidad, y quiénes sobreviven creando conflicto y convulsión en el país.

—¿Cómo se cruza esto con las tendencias 'evistas' o 'arcistas'?

—Quien le habla es un hombre de la revolución, de izquierda. Voy a cumplir 40 años de militar en la izquierda; por tanto, cualquiera que me diga 'evista', 'traidor', me da lo mismo. Ante todo, soy un revolucionario y milito en el MAS casi 20 años. Por tanto, creo que tenemos la solvencia moral suficiente como para decir lo que pensamos donde sea, incluyendo haber aprobado una ley que para algunos es traición, que para nosotros era lo oportuno y adecuado, lo que el pueblo boliviano necesitaba en ese instante.

Necesitaban esta ley el transportista, el cuentapropista, el gremialista, el campesino que no podía sacar sus productos; dicho de otra forma, los más pobres.

—¿Lo hecho con la ley dividirá todavía más al MAS?

—Hay algo que nos une a todos: somos anticapitalistas, antiimperialistas, antineoliberales, y tenemos un profundo compromiso con la justicia social; eso es lo que nos une a los masistas, independientemente de si somos de poncho y abarca o si somos de saco y corbata; y ahí no hay vuelta que darle, hay una unidad monolítica.

Invito a los compañeros, incluso a los que nos han detractado estos días, yo no les he querido responder como corresponde, porque tengo esperanza todavía de que vuelvan al redil. Quienes están causando división no somos nosotros, que hemos apoyado esta ley, porque de los 75 diputados del MAS, más de 50 han votado por esta ley; yo he sido elegido candidato a la presidencia por 75 votos contra 55 del segundo.

—¿Cómo será la gestión en la Asamblea después de la aprobación de esta ley?

—Es probable que trascienda en algunos aspectos, pero puedo asegurarle que los que estamos con el presidente Arce no es que seamos 'arcistas'. Lo que entendemos es que el pueblo boliviano votó en 55% por Luis Arce y David Choquehuanca; nosotros hicimos campaña por Arce y Choquehuanca. ¿De qué depende en este momento la continuidad del proceso en Bolivia? Depende de que Arce y Choquehuanca hagan buena gestión. Si ellos no hacen buena gestión, acompañados por nosotros, el proceso va a quedar trunco. Nos guste o no nos guste, a quien no le guste, ése es su problema, pero esa es la verdad: nosotros tenemos que luchar para que el presidente Arce haga buena gestión, y estamos dispuestos a acompañarlo en todo.

Hay otros compañeros que están en otra línea y creen que más bien hay que golpearlo; nosotros creemos que los trapitos sucios se tienen que lavar internamente, y no darle a los medios motivos para que crean que hay una división que prácticamente no existe.