Detienen un teniente coronel de Ejército por la masacre de Senkata de 2019


El teniente coronel de Ejército Miguel Eduardo Santiesteban Stroebel fue aprehendido, luego de haber sido vinculado con los hechos de violencia y muerte ocurridos en noviembre de 2019 en Senkata, El Alto, vecina de La Paz. Los militares procesados por este hecho suman al menos nueve.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó de la aprehensión del militar, como parte de las investigaciones para determinar responsabilidades sobre la muerte de 10 personas y de decenas de heridos por impactos de bala el 19 de noviembre de 2019.

Se investiga el caso por los delitos de genocidio, homicidio y lesiones graves y leves en los hechos de Senkata. "Este sujeto estaría involucrado en los luctuosos hechos suscitados en la gestión 2019, que permitieron el golpe de Estado en nuestro país", explicó Del Castillo.

El 19 de noviembre de 2019, a siete días que tomara el poder Jeanine Áñez, un contingente militar y policial se trasladó hasta Senkata, en El Alto, donde vecinos cercaron la planta de hidrocarburos del lugar en rechazo al golpe de Estado. Intervinieron el cerco con el saldo de 10 muertos y decenas de heridos por impactos de bala.

El representante de las víctimas David Inca informó que a dos años y 10 meses de esos hechos el proceso aún está en investigación y entre los procesados están al menos ocho militares.

Entre los procesados figuran el excomandante de la Armada almirante Moisés Orlando Mejía, los generales Iván Inchauste Rioja, excomandante del Ejército; el general Franko Suárez Gonzales, comandante de la primera División Mecanizada; el coronel Julio Tamayo Rivera, subjefe de operaciones del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas; y el general Pablo Guerra Camacho, exjefe de Estado Mayor de las FFAA.

Además de los generales Francisco Orlando Suárez Gonzales, Luis Fernando Velarde, y el teniente coronel Franz Vargas Gonzales, según Inca. A este grupo se suma el teniente coronel Santiesteban.

Un similar hecho de violencia ocurrió cuatro días antes en Sacaba, Cochabamba, donde también militares y policías intervinieron una marcha de sectores sociales afines al expresidente Evo Morales con el saldo de 10 muertos y decenas de heridos por impactos de bala.

Áñez tomó el poder como resultado de un acuerdo entre políticos de oposición y cívicos, tras la dimisión de Morales, acorralado por la violenta protesta de cívicos, un motín policial y la "sugerencia" militar de renuncia presidencial.

Al final de una investigación, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia) concluyó que hubo masacres en Sacaba y Senkata, además de una violencia racista.