Desde el mediodía de este lunes el ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Edgar Montaño, y el gobernador del departamento de La Paz, Santos Quispe, se reunirán con el objetivo de definir la construcción de la carretera doble vía Río Seco-Desaguadero.

"El día de hoy el gobernador Santos Quispe ha enviado una nota diciendo que va a asistir a mediodía a la reunión y esperemos que así sea. Al final no queremos tener ningún tipo de inconveniente con los hermanos de SIMACO, quienes impulsan esta carretera», dijo Montaño en conferencia.

Recordó que el Gobierno central garantizará el 80% de la inversión y se espera que la primera autoridad del departamento de La Paz confirme el restante 20%. La construcción de la vía hacia Perú demandará un financiamiento de $us 438 millones (unos Bs 3.048 millones al tipo de cambio).

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Explicó que la carretera tiene una distancia de 98 kilómetros, la cual será construida con pavimento rígido (concreto) y que "la inversión alcanza a más de 3.000 millones de bolivianos, es una inversión millonaria", añadió.
"Hay que ver si la construcción lo hacemos por etapas, hay que ver también y hay que preguntarle al gobernador si tiene las condiciones económicas para poder soportar estas inversiones millonarias", dijo.

Una vez se definan las determinaciones con el gobernador Quispe, Montaño se reunirá con autoridades y comunidades originarias (SIMACO) para hacerles conocer las conclusiones.

El viernes, el viceministro de Transporte, Israel Ticona, anunció la invitación pública al gobernador de La Paz para este lunes a las 17.00, ya que no se tuvo respuestas a las tres anteriores convocatorias.

En marzo de este año, comunarios de la provincia Ingavi bloquearon la carretera hacia Desaguadero, que conecta con la frontera de Perú, en demanda de la construcción de la doble vía. La medida se realizó por nueve días entre el 16 y el 25 de ese mes.
El 25 de marzo, el gobernador Quispe propuso un 10% como contraparte para la construcción de ese proyecto carretero y abandonó la mesa de diálogo. Tomando en cuenta que el Gobierno y la gobernación paceña disponen del 90% del presupuesto, los pobladores levantaron el bloqueo y anunciaron un cuarto intermedio.