Evo afirma que se busca "direccionar" el caso terrorismo para implicarlo y advierte que "no tiene miedo"


Las palabras de Morales llegan después de que el fin de semana se revelara que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que en 2009, durante el gobierno de Evo Morales en Bolivia, las fuerzas del Estado ejecutaron extrajudicialmente y torturaron a cinco miembros de un supuesto grupo armado.
El expresidente del Estado, Evo Morales, denunció este lunes que "operadores del plan negro" contra el Movimiento al Socialismo (MAS) ahora buscan "direccionar" el llamado caso terrorismo para involucrarlo.

"Denuncio ante mi pueblo y militancia del MAS-IPSP que operadores del plan negro al ver que fracasó investigación y acusación con cartas falsificadas para proscribir al MAS-IPSP y su dirigencia nacional, ahora tratan de direccionar caso de Terrorismo Separatista en nuestra contra", señaló Morales a través de su cuenta de Twitter.

En un hilo de mensajes en la popular red social, Evo afirmó que fue el exministro de Gobierno durante el gobierno de Jeanine Añez, Arturo Murillo, quien gestionó el cierre del caso "pese a la existencia de separatistas confesos y sentenciados".
"Lamento mucho que algunos tratan de concluir el trabajo sucio de Murillo para intentar involucrarnos. No tenemos ningún miedo. Es obligación moral, política y legal defender la unidad de la Patria. En su momento revelaremos a nuestro pueblo cómo y quiénes promovieron la utilización de este caso para tratar de defenestrarnos políticamente. Como hemos advertido anteriormente, el "lawfare" o instrumentalización de la justicia con fines políticos es un método de la derecha interna y externa", acotó el actual líder del Movimiento al Socialismo (MAS).

Las palabras de Morales llegan después de que el fin de semana se revelara que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que en 2009, durante el gobierno de Evo Morales en Bolivia, las fuerzas del Estado ejecutaron extrajudicialmente y torturaron a cinco miembros de un supuesto grupo armado.
Según el informe al que tuvo acceso El Deber, la CIDH afirma que para evitar un juicio internacional, Bolivia debe juzgar a los responsables dentro del territorio boliviano.

El caso ocurrió el 16 de abril de 2009, cuando un contingente de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis, grupo de élite de la Policía, ingresó al hotel Las Américas en Santa Cruz, realizó detonaciones en el cuarto piso e irrumpió las habitaciones de Eduardo Rózsa Flores, Arpad Magyaroisi y Michel Dwyer, que resultaron muertos. Ese misma madrugada, Elöd Tóásó y Mario Tadic fueron detenidos.